sábado, 17 de mayo de 2014

Razonamiento Verbal y Pensamiento Analogico

Pensamiento Analógico
Al observar con objetividad nuestro pasado histórico podemos afirmar que el pensamiento analógico, cuyo fundamento esencial es la comparación, no es una técnica novedosa, sino un instrumento racional que viene utilizándose desde tiempos remotos.

El hombre, en su inquietud por comprender los fenómenos naturales, en su afán por desarrollar la ciencia y cultivar el arte, ha ido descubriendo muchas maneras de asociar los elementos de su entorno. Una de ellas es la analogía, la cual emerge cuando el ser humano empieza a relacionar las cosas sobre la base de las características semejantes que poseen.

Así, en la época del paleolítico, por ejemplo, el hombre ya hallaba cierta analogía entre el choque de dos piedras, que da lugar a unas partículas luminosas denominadas chispas y la colisión de dos nubes, cuya descarga da lugar a un fenómeno luminoso de gran intensidad conocido como rayo.

Dicha asociación de ideas le permitió explicarse, aunque de modo somero, cuál era la causa del fuego. Mucho después, en el transcurso del tiempo y ahondando su observación de la naturaleza, logró descubrir el siguiente principio elemental: "El impacto entre un cuerpo cargado positivamente y otro cargado negativamente produce energía". Más adelante, con el progreso de la ciencia, se llegaría a descubrir un recurso energético tan importante como es la electricidad.

De otro lado, en la Edad Contemporánea, los estudiosos asociaron la estructura y la actividad de los cuerpos macroscópicos con las de los cuerpos microscópicos. El físico Lord Rutherford fue quien se valió de una simple analogía para confeccionar un revolucionario modelo atómico.
Para el logro de este propósito partió de los conocimientos generales sobre astronomía y de sus observaciones particulares sobre el sistema planetario al que pertenece la Tierra. "¿Cómo funciona ese impresionante sistema de astros, cuyo centro es el Sol?" —se preguntaba—. Supo que los planetas giran alrededor del Sol, el cual por su inmensa masa los atrae, no obstante la fuerza centrífuga que dichos planetas generan con su rotación. De modo semejante, en la estructura de un átomo, los electrones giran alrededor del núcleo.
Esta analogía se configuró en el pensamiento de Rutherford, quien gozando de la aprobación y admiración de los estudiosos de su tiempo, planteó un nuevo modelo atómico, dejando así un legado invaluable a la química moderna.

Hace poco más de una década, los científicos lograron imitar las facultades ópticas del ser humano con el sofisticado invento del satélite, el cual brinda una visión amplísima de la superficie terrestre desde el espacio exterior.
El ojo humano, a través de la membrana retiniana, capta cualquier impresión externa y, a través de un sistema nervioso, transmite los estímulos en forma de impulsos al cerebro para ser procesados y almacenados. De modo análogo, el satélite espacial, dotado de cámaras fotográficas, capta imágenes de la atmósfera y superficie terrestres y luego, a través de rayos infrarrojos, transmite las señales a la Tierra para su posterior estudio.
Notemos la semejanza que existe entre el ojo humano y este ingenioso invento que hoy agiliza la anhelada conquista del espacio.





También en el ámbito artístico, la analogía ha trascendido de modo ostensible y lo sigue haciendo. El arte, manifestación del talento y del espíritu humano, también se vale de la analogía para establecer un sinnúmero de relaciones de afinidad y de simbolismo entre las ideas y la expresión escrita, principalmente.
Hablando en estricto, la metáfora y el símil ¡figuras literarias muy utilizadas! se basan en la semejanza y resuelven las necesidades estilísticas del escritor, ayudándole a plasmar su obra de arte. Tan sólo basta revisar unos cuantos versos del genial Pablo Neruda para darnos cuenta de la utilidad de este magnífico ejercicio:
"Todo me lleva a ti, / como si todo lo que existe, / aromas, luz, metales, / fueran pequeños barcos que navegan / hacia las islas tuyas que me aguardan".

En estos versos podemos advertir con claridad la similitud entre dos ideas. Todo lo que rodea al poeta, vivencias, sensaciones, objetos, le obliga a recordar a su amada, como si se tratara de una corriente marina que arrastra, inevitablemente, los pequeños barcos hacia las islas.
"A quienes escribir y leer poemas y ficciones nos es tan indispensable como beber agua, la degeneración de la vida literaria por el nuevo orden mercantilista, nos parece algo terrible".

Examinando cuidadosamente la expresión anterior, descubriremos una analogía bastante interesante y sustancial, en su contenido. Si la vida literaria está siendo degenerada por nuevos intereses de orden mercantilista, si para personas como el autor el estudio y el ejercicio de la literatura son tan indispensables como beber agua; entonces, corromper algo sublime como el arte literario equivale a contaminar un elemento esencial para el hombre como es el agua. Por lo tanto, si los lectores asimilamos una literatura en estas condiciones, en vez de enriquecer y deleitar nuestro espíritu, lo estaremos corrompiendo.



También en el deporte, la analogía ha constituido un instrumento importante, porque aportó en la creación de algunas disciplinas competitivas. El ajedrez, por ejemplo, que es considerado un deporte-ciencia, se juega sobre un tablero de forma cuadrada, con sesenta y cuatro casillas o escaques, en las cuales se ubican un rey, una reina, dos alfiles, dos caballos, dos torres o roques y ocho peones, listos para iniciar la partida.
Hablar de ajedrez nos sugiere pensar en una batalla, que es el enfrentamiento bélico que se lleva a cabo en un lugar denominado campo de batalla, donde se emplazan previamente las piezas de artillería, los pertrechos de guerra, los vehículos y, lógicamente, los soldados al mando de un comandante en jefe, listos y preparados para luchar.
Si comparamos los elementos que forman parte de estos dos eventos, podemos advertir una similitud tan marcada, que nos lleva a pensar que la invención del ajedrez se ha inspirado en la batalla. Y ¿qué rasgos característicos nos conducen a dicha conclusión? Veamos: el tablero es semejante a un verdadero campo de batalla donde se realizan las acciones.
Los peones son como los soldados que marchan a la vanguardia y, por consiguiente, son los primeros en morir. Los dos caballos del ajedrez son alegorías de los verdaderos caballos de las clásicas batallas o de los vehículos de las guerras modernas. Las torres o roques aluden a los emplazamientos de los soldados, que pueden ser los bastiones o las trincheras de las conflagraciones actuales. El rey, como pieza del ajedrez, equivale al comandante.
La eliminación de piezas implica debilitar al contrincante para finalmente vencerlo; así también, el aniquilamiento de soldados implica socavar las fuerzas del enemigo para luego derrotarlo. El jaque se asemeja a rodear el último bastión o reducto del enemigo, lugar que se halla en la retaguardia y que, usualmente, es el puesto de mando desde donde el comandante en jefe imparte sus órdenes. El mate equivale al exterminio del rey enemigo y, por ende, la victoria.
Además, tanto la batalla como el ajedrez exigen concentración total, visión global del área donde se desarrollan las acciones, paciencia y sentido de la oportunidad para el ataque, capacidad de anticipación O todo desplazamiento agresivo del contrario y coordinación de los propios movimientos.
Como vemos, el ajedrez, con todas sus características, es una clara alegoría de una batalla.

En conclusión, con los ejemplos citados, hemos podido comprobar la importancia de la analogía, la cual ha permitido al ser humano establecer múltiples nexos entre los diversos fenómenos, acontecimientos, seres, objetos, conceptos, etc.
Esta práctica de la analogía es parte del desarrollo cultural humano y es uno de sus impulsores. Al principio, sólo se utilizaba como un medio para la explicación del mundo. Luego, adquirió el carácter de un mecanismo racional que contribuyó a la creación de instrumentos y a la invención de dispositivos esenciales para el hombre.
Actualmente, la analogía no está limitada al campo de la inventiva, también contribuye al mejoramiento cuantitativo y cualitativo de los conocimientos y al incremento de la facultad intelectual para descifrar "los misterios de la naturaleza".
Por lo expuesto, debemos remarcar la importancia de realizar un estudio teórico concienzudo de las analogías, a fin de abordar con solvencia académica el aspecto práctico de las mismas, sobre todo en un examen de admisión, y demostrar que estamos expeditos para realizar la investigación científica de modo cabal dentro de la universidad.


Razonamiento Verbal
En todo proceso de razonamiento verbal el lector tiene un papel activo, su contribución para la comunicación es fundamental. La lectura implica la toma de decisiones; en ella se produce una interacción con el texto, donde el lector, partiendo de lo que ya sabe sobre el mundo, busca respuestas a preguntas, escoge significados, genera interpretaciones y va poco a poco recorriendo un camino que le lleva a comprender el mensaje y, sea capaz de producir textos propios e inventados, que lleven impresa lahuella de sus sentimientos, afectos y valores.


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